lunes, 5 de diciembre de 2011

Imágenes (de palabras)

Pertenecemos al segmento de quienes piensan que una imagen no vale más que mil palabras. Desde luego, que hay instantáneas que impactan o que reflejan –con elocuencia− lo que está ocurriendo en un determinado lugar. Pero sabemos que ese conmover está demasiado relacionado con el sentimiento que provoca en quien las mira, y que va diluyéndose a medida que se repite la visión mostrada. En cambio, la palabra es capaz de argumentar reflexiones duraderas y, por lo tanto, dar lugar a la actuación consciente y no impulsiva a la que lleva la imagen.

Pero hoy hablaremos de las imágenes construidas con palabras. Las que ha elaborado la literatura desde que nació. Qué sería de ella sin las imágenes, sin esas metáforas que dotan al lenguaje de una singularidad impensable en el habla de la vida cotidiana. Que se lo pregunten a Tomas Tranströmer, actual Premio Nobel, que competía con el también poeta sirio Adonis. Que se lo pregunten a la anterior poeta galardonada: la polaca Wislawa Szymborska. De Tomas –imágenes de naturaleza y música− dirá Lars Gustafsson, que sus poemas reflejan el momento en que la niebla se disipa, cuando por un breve instante se rompe la cotidianeidad.

«Mañana, trabajo en otra ciudad. Yo me largo hacia allá a través de la mañana / que es un gran cilindro azul oscuro. Orión cuelga sobre / la escarcha. Los niños se agrupan en un montón silente a la espera / del autobús escolar, niños por los que nadie ruega. La luz aumenta / lentamente como nuestro pelo».

En 1990 sufre una apoplejía y, desde entonces, su esposa Mónica es quien le mantiene este mundo visual.

[Las fotografías son de segundo sombra y de getty]

10 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo contigo, hay expresiones, metáforas, imágenes literarias imposibles de mostrar en una imagen real.
    Por ello, lo que cuenta la palabra es mucho más ilustrativo que lo que muestra una imagen, ésta, a veces sólo nos muestra una parte y nos oculta otra, una imagen nos engaña.

    Hermosos versos.

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  2. Bueno, sí, a veces las palabras, pero también los gestos y los silencios tienen su propio lenguaje y, a veces, mucho más expresivos que ninguna palabra. No encontramos palabras para expresar un sentimiento, a veces.

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  3. Pienso y veo que muchos de mis recuerdos se resumen en imágenes. Imágenes rememoradas o imágenes creadas ex novo.
    ¿Nunca os ha reconfortado en un momento crítico, el dibujado recuerdo de un paisaje, de un amigo, de algo que habéis vivido?
    Saludos.

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  4. Es verdad, las imágenes que nos traen las palabras están pasadas por los recuerdos y los sentimientos. No son imágenes-observación. Nos pueden.
    Pero por eso mismo adquieren tantos sentidos. Una misma expresión se descompone en un arcoíris de percepciones y sentimientos tan polícromo como lectores tenga.
    Un poco inquietante el poder de las imágenes impresionadas por las palabras.

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  5. Bueno, Elena, se nota que nos tira lo impreso, lo desarrollado.

    Un abrazo.

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  6. Isabel, tienes razón en la capacidad expresiva de los gestos y los silencios.

    Tendremos que convenir en que palabras y gestos son poliédricos.

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  7. Claro, Elvira, las imágenes calman.

    Saludos.

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  8. Las imágenes en palabras, ebge, tal vez sean una de las señales de la singularidad humana.

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  9. El problema está en que no todos vemos lo mismo en una imagen y las palabras también suelen confundir y tener diferente significado para el que las dice que para el que las escucha.
    Somos complicadosk, yo me quedo con los recuerdos esos como son propios no dan lugar a malentendidos.

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  10. Cierto, Ayla, los malentendidos. Aunque los recuerdos tampoco son mancos, ¿no te parece?

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