lunes, 5 de septiembre de 2011

La miel del viejo caballo

André Weil (1906-1998) fue uno de los matemáticos más sobresalientes e influyentes del siglo XX. Conforme avanzaban los años, notaba cómo su cabeza iba perdiendo agilidad para manejarse con el complejo mundo mental en el que estaba acostumbrado a moverse. Algunos de sus amigos morían y otros caían en depresiones cada vez más notorias, acusando la desventaja mental con que suponían que se hallaban frente a la gente joven que llegaba a sus cátedras.

Pero André se reconvirtió (según le gustaba decir). Pasó a elaborar historias de lo que él más amaba: los números. De ahí que tengamos que agradecer el contar con su teoría de los números a través de la historia: Number Theory. An Approach through History: From Hamurapi to Legendre (1984). Para la cubierta eligió el bajorrelieve de la tumba del emperador Taizong, representando un caballo, sobre el que su amigo matemático Shiing-Shen Chern escribió el proverbio chino: «El viejo caballo conoce el camino».

André, junto a sus amigos de juventud, pasaban por la vida con humor. Inventaron a un matemático: Nicolás Bourbaki (que vivía el no menos excéntrico país de Poldevia), nombrando así al colectivo que crearon, el cual llegó a revolucionar las matemáticas modernas.
[Son algunas de las historias que nos cuenta su hija Sylvie en el delicioso libro (y un poco caro) En casa de los Weil. André y Simone].

12 comentarios:

  1. Gracias por la referencia, no conocía al personaje.

    Un abrazo.

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  2. Habría que ver cómo se viaja a Poldevia. Ni en caballo de madera, ni a través de un ropero, sino seguramente encima de ∞, o quizá conduciendo en círculos la π.

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  3. Yo me he quedado con ganas de mas, resúmenos una historia de esas de números, la hora del cuento ya sabes.

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  4. De nada, Elena, André Weil era hermano de Simone Weil, filósofa, incorformista, etc. (una personalidad que continúa dando mucho que hablar y, por cierto, estuvo luchando de miliciana en la guerra española en la zona republicana).

    Un abrazo también para ti.

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  5. ebge, tus métodos de viajar a Poldevia me superan, pero seguro que son fiables.

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  6. Nadia, ya ves, la realidad que no tiene nada que enviadiar a la ficción.

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  7. Qué tal Lavela. Ya veo que has tenido un agosto muy poético. Es lo que tiene el verano y su luz. Me alegra volver a leer tus entradas, siempre interesantes. Un fuerte abrazo

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  8. Ya estamos aquí!!! y como bien experimentó nuestro matemático un nuevo curso con la cabeza menos despierta se presenta ante nuestros ojos présbicos, hale!!! a hacer la guerrilla pero con papel, libros y buenas palabras. :)

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  9. ¡Hola, Isabel! Ya ves, la poesía casi siempre puede aguantarnos cuando tenemos el tiempo apurado.

    Que disfrutes la vuelta.

    Un abrazo.

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  10. Sobre todo, eso, Mafi, con buenas palabras.

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